lunes, 18 de febrero de 2013

Asesores de Obama y Cameron advierten sobre Evento Carrington

Quizás sean los dos asesores de ciencias presidenciales más influyentes en la actualidad, John P. Holdren y John Beddington, asesores científicos de Barack Obama y David Cameron, respectivamente, quienes acaban de firmar un documento en el cual advierten de las graves consecuencias que podría ocasionar un evento Carrington en los próximos meses o años. La dependencia tecnológica que la sociedad toda tiene, es el mayor problema ante una fuerte fulguración solar que castigaría severamente el campo electromagnético de la tierra.

El evento importante ya ocurrió durante el siglo XIX, sin embargo en aquellos años la dependencia tecnológica hacia la electricidad y la electrónica eran incipientes. Las consecuencias sólo afectaron el sistema de telégrafos. Pero en nuestros días todo sería muy diferente; la sociedad globalizada depende en un alto porcentaje de todo lo electrónico: computadoras, sistemas de seguridad, comunicaciones, satélites, centrales hidroeléctricas, centrales nucleares, sistemas de defensa militar, y un largo etcétera. "En los últimos meses algunas líneas aéreas que vuelan en ruta polar, entre Estados Unidos y Asia, han tenido que desviarse hacia el sur, y volar sobre Alaska, ante la amenaza de que una eyección solar fuera capaz de interferir en los sistemas electrónicos del aparato. "Eventos como éstos pasan desapercibidos para la sociedad" pero, según los expertos, demuestran una situación real sobre la que hay que concienciar. Así, han explicado que las llamaradas solares "tienen el poder de afectar negativamente a la integridad de las redes eléctricas del mundo, la precisión y la disponibilidad del GPS, la fiabilidad de las telecomunicaciones por satélite y la utilidad de la radio", entre otros."

 Según el documento firmado por Holdren y Beddington, "En 1921, la meteorología espacial acabó con las comunicaciones y en marzo de 1989, una tormenta geomagnética colapsó la red eléctrica de Canadá en 90 segundos, dejando a millones de personas en la oscuridad durante un máximo de nueve horas. Recientemente, en 2003, dos tormentas solares intensas causaron un apagón en Suecia y afectó a los satélites, las comunicaciones de difusión y a las líneas aéreas y de navegación." Actualmente, las consecuencias podrían ser más devastadoras debido al aumento del uso de tecnología. Según un estudio de MetaTech, una tormenta como la de 1921 afectaría, hoy en día, a más de 130 millones de personas. "Una pérdida de energía podría conducir a una cascada de fallos operacionales que podrían dejar la sociedad y la economía global con una discapacidad grave", señala el informe. Ambos científicos están presionando a sus respectivos gobiernos para que se tomen medidas inmediatas de resguardo, pero a la vez, para que la gente común tome conciencia de las posibles consecuencias que provocaría un evento de estas características y puedan y sepan cómo actuar llegado el caso.

Fuente: Europapress.es

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